Fecha de salida: 17 de Junio
Imagina que una tarde de mediados de Diciembre, hace ya más de diez años, regresas a casa de una tienda con una bolsa colgando de tus dedos. Abres la caja de cartón del interior, emocionado, y sacas de ella un cartucho que más tarde insertas en la ranura de tu consola. Desenredas el cable del mando para que quede bien estirado. Te agachas para desenredar más tarde el matojo de cables que hay detrás de tu televisor de tubo, conectas el enchufe a la corriente eléctrica y el euroconector en su ranura correspondiente. Sin más, enciendes la pantalla, con un armonioso “click” elevas el interruptor “Power”, agarras tu mando y te sientas en el suelo mientras una envolvente melodía comienza a transportarte a través de los altavoces a un lugar donde te esperan multitud de experiencias por vivir, al tiempo que ves como la luna llena recorre la pantalla y crees escuchar los cascos de un caballo.
Así comenzó la idílica aventura de miles de jugadores que se dejaron llevar hasta el reino de Hyrule para tener y conservar para siempre un cúmulo de emociones jugables que probablemente jamás olvidaron. Continuamente alabado por la crítica internacional y por muchos de los jugadores que lo probaron. Adelantado a su tiempo para unos, en opinión de otros, sobrevalorado. La obra magna de Shigeru Miyamoto y Eji Aonuma consiguió dar un golpe de impacto al mundillo videojueguil de la época, aún cuando Nintendo 64 estaba atravesando el amargo trago de la decadencia en ventas frente a las plataformas de otras compañías. Un cartucho de 256 Megabits que marcó los códices que aún conservan las nuevas entregas de la saga a la que pertenecía.
Si echamos la vista atrás de nuevo hacia vísperas de la pasada feria del E3 2010, comprobaremos que muchos de nosotros estábamos completamente absorbidos por lo que la última creación de la Gran N podría proporcionarnos, la nueva portátil con gráficos con efecto 3D sin necesidad de gafas de ningún tipo, pero pocos imaginábamos que en la presentación de la compañía nuestros ojos atisbarían de nuevo a un jovencísimo Link catapultado en un remake para dicha consola, lo que aumentó aún más si cabe nuestro interés por ella y quiso determinar en nosotros en ese instante que sería una generación importante y que recordaríamos siempre. Así como el espíritu del héroe de la leyenda regresa y renace cada vez que el mundo requiere su ayuda, The Legend of Zelda Ocarina of Time, vuelve a colarse en nuestras vidas.
De vuelta a un Hyrule cambiado
Esencialmente y como es lógico, el título seguirá completamente intacto y tal como lo disfrutamos en su día en un sentido jugable. Sin embargo, una vez encendamos la consola, notaremos que todo ha pegado una evolución bastante notable. Para empezar, el modelado del propio Link, habrá sido completamente recompuesto, ofreciendo una sensación mucho más pulcra, sin impurezas en la geometría de su estructura y con un semblante más perfilado, pero en definitiva, seguirá siendo nuestro héroe de las ropas verdes. Todos los personajes del título han sido retocados para ofrecer una sensación mucho más actual sin dejar de conservar su imagen propia de Nintendo 64, y además, no faltará ni uno de ellos, como era de esperar. No sólo estos, si no también los enemigos han recibido un lavado de cara a nivel de texturas y contorno para dejar percibir el equilibrio del cambio también con el resto del universo del título.
Así mismo, los escenarios que conformarán el reino de Hyrule han sido reesculpidos para dejar atrás las barreras y limitaciones que acordonaron Nintendo 64. Estamos hablando de los muchos detalles y lugares que tuvieron que ser incluidos en forma de figuras planas en 2D dentro del escenario tridimensional. Citando algunos ejemplos, los árboles de los límites del Bosque Kokiri (Kokiri Forest) o el Bosque Perdido (Lost Woods), la Montaña de la Muerte (Death Mountain) vista desde la Campiña de Hyrule (Hyrule Field) o el Pueblo Kakariko (Kakariko Village), las nubes, el sol, la luna y las estrellas que poblarán el cielo, las callejuelas de la parte de atrás del Mercado (Market) de la Ciudadela de Hyrule (Hyrule Town), el exterior del Templo del Tiempo (Temple of Time), el Castillo de Hyrule (Hyrule’s Castle) visto desde el Mercado (market) u ítems en el estado en el que eran obtenidos a partir de los enemigos derrotados, como las Nueces Deku (Deku Nuts), las Bombas (Bombs) o las Flechas (Arrows)… serán ahora modelados tridimensionales en vez de simples piezas uniformes con aspecto de “pegatinas” adheridas a los polígonos del escenario.
Lógicamente, no sólo estos elementos si no la totalidad de los decorados en general han sido adaptados a una parte de la franja del régimen de lo que las posibilidades de la portátil permiten. Así pues, multitud de recortes en las montañas, valles y colinas se cambiarán por uniformes líneas. Las texturas de la hierba de la Campiña de Hyrule (Hyrule Field) tienen ahora volumen y han sido añadidas con detalles como flores o plantas de otros tipos para complementar el resultado visual. La madera del interior del Árbol Deku (Deku Tree) tiene ahora mucho más detalle y realismo, así como los efectos de la superficie acuática del Río Zora (Zora’s River) o el lago de Hylia (Hylia’s Lake), que ahora lucirá un aspecto más pulcro y suave. No sólo esto, si no que también encontraremos áreas como el Mercado (Market) que tendrán una composición cromática más rica y armoniosa, así como diferentes detalles decorativos en las fachadas de las tiendas, por ejemplo, el interior de las mismas, que también tendrá muchos más objetos y detalles que apreciar.
Otro aspecto que ha sido muy cuidado en la realización de este remake será la iluminación de todas las localizaciones en las que nos vayamos encontrando. Si cuando jugábamos en Nintendo 64 ya nos sorprendíamos al ver el impresionante efecto de como el cielo cambiaba a medida que pasaba el tiempo para avanzar en la franja horaria en tiempo real, cambiando la luz del amanecer, la del día, la del atardecer y la del anochecer, así como la de la oscuridad de la noche bañada por la luz lunar, en Nintendo 3DS todos estos detalles cobran un realismo mucho mayor y son intensificados, no sólo en las sábanas lumínicas que recreará la pantalla si no también en los efectos de sombreado y cambio del valor de los colores así como de las sombras que se proyectarán.
Algo que hemos estado olvidando quizá durante todo este tiempo y que estará presente dentro del juego si lo deseamos es el efecto visual del 3D que lucirá el título. Notaremos una sensación de profundidad en lo que el marco de la ventana que constituirá la pantalla superior se refiere, logrando una mayor capacidad de inmersión dentro de ella, así como un volumen perceptible en los personajes u objetos que vayamos viendo, sintiendo como si realmente estuviesen dentro del espacio comprendido por la consola. Otro efecto bastante curioso y llamativo que algunos usuarios que visitaron las campañas de “Prueba y Verás” organizadas por Nintendo con la demo técnica del título pudieron apreciar, es la de la ilusión de que las hadas del bosque Kokiri salen de la pantalla superior y se aproximan al rostro de uno cuando está jugando.
Otro aspecto de vital importancia y que se aleja ya del término visual será el apartado musical que nos acompañará durante toda la aventura, y es que al magnífico trabajo del compositor japonés Koji Kondo que nos hizo silbar y tararear muchas de las melodías que tocábamos con la Ocarina del Tiempo, se une la colaboración de Mahito Yokota, en cuyo trabajo conjunto se ha conseguido adaptar una pieza de una de las mejores bandas sonoras videojueguiles de todos los tiempos al nivel de la música orquestada, en un único tema de interpretado por los instrumentos y los músicos de una orquesta real. Sólo podemos deleitarnos imaginando como habrá quedado dicha canción, que aún es secreta, viendo las tan alucinantes mítica introducción, la música que sonaba en la campiña de Hyrule (Hyrule Field), el tema del Pueblo Kakariko (Kakariko Village), la envolvente canción del Templo del Bosque (Forest Temple), el tema del Valle Gerudo (Gerudo Valley) o el de la batalla contra el jefe final del título. Aparte de este track orquestado oculto, el resto de la banda sonora seguirá igual a como nos la encontramos en su día.
Sin embargo, a pesar de todo esto y como ya comentábamos, nuestro The Legend of Zelda Ocarina of Time seguirá teniendo ahí sus incontables horas de juego, sus más de diez mazmorras con puzles y desafíos que nos harán pensar y saber dar intepretaciones loables al entorno que nos rodeará en cada momento y dar una utilidad clara a las herramientas que poseamos, veinte ítems de todo tipo, doce armas de equipamiento, doce canciones para tocar con la Ocarina, y sus treinta y seis cuartos de corazón repartidos a lo ancho y largo de todo el universo del juego.
Un plus de comodidad
Algunas de las modificaciones más trascendentales que surgirán a lo largo de la aventura tienen que ver con la rapidez, la facilidad y la comodidad con las que realizaremos diferentes tareas de gran importancia dentro de la aventura. Así es como se han ido perfilando con esmero diferentes aspectos que rodean al juego y que quizá pueden llegar a olvidarse o a dejarse a un lado por según quién juegue, pero que serán al fin y al cabo factores determinantes en cuando al disfrute da la aventura se refiere.
En cuanto al apartado visual, lo más llamativo será la fluidez a 30FPS constantes que veremos en todo momento desenvolverse a través de los píxeles de la pantalla, frente a los 20FPS como máximo que podíamos llegar a poseer en nuestros televisores con Nintendo 64 y algunas ralentizaciones puntuales que podían llegar a darse cuando nos encontrábamos con muchos enemigos en pantalla o con un efecto especial muy costoso y difícil pero no imposible de mover para la máquina. Todo jugador de Nintendo 64 que se precie y que halla completado Ocarina of Time, seguramente habrá sufrido el tener que soportar como un cuadro de diálogo que no está en su idioma y que ya ha visto en múltiples ocasiones anteriores, va avanzando y revelando cada caracter con la misma lentitud y pasimonia que la primera vez, especialmente en los extensos discursos de cierto personaje del grupo avícola. Sin embargo, y para dicha de la humanidad entera, comprobaremos que la velocidad a la que se desarrollarán los perfectamente traducidos al castellano textos en pantalla será mucho más veloz e intensificará la brevedad y concisión de la experiencia de lectura.
Seguramente ese jugador sufridor de la vieja escuela también tuvo que soportar múltiples pausas e interrupciones en el Templo del Agua (Water Temple) por tener que cambiar sus botas normales por las Botas de Hierro (Iron Boots) para poder sumergirse en el agua y a la vez tener que quitárselas para volver a salir a la superficie. Esto también se habrá acabado ya que gracias a la pantalla táctil de Nintendo 3DS podremos configurar el menú de objetos, ítems y armas de manera intuitiva y sencilla para poder cambiar cual de ellos vamos a utilizar a través del stylus, sin tener que pulsar “START”, ir al menú correspondiente con “R” y “Z”, elegir la opción con el stick analógico y salir nuevamente pulsando “START”. Si también odiaba tener que sacar la Ocarina a mitad de la aventura para tocar una melodía repetidas veces, parar por haber olvidado la partitura, ir al menú a mirarla, y volver a tocarla, a través del lapiz táctil podremos manejar nuestro mítico instrumento con mucha más facilidad y tener las partituras como recordatorio siempre presentes en pantalla.
Seguramente ese jugador sufridor y paciente también recordaría los continuos “Hey!”, “Listen!”, “Look!” o “Watch Out!” que nuestro hada Navi nos gritaba con devoción y alevosía y sus explicaciones que aparecían por medio de un globo de texto accidentalmente cuando tratábamos de pulsar el botón “C” superior para mirar al escenario en Primera Persona. Esto también se habrá acabado, ya que los comentarios de Navi aparecerán en forma de Pop-up en la pantalla, siendo posible dejar que desaparezcan después de un tiempo o aceptados. A veces, resultaba especialmente tedioso tener que apuntar con el arco o el tirachinas cuando teníamos poco tiempo para ello y fallábamos irremediablemente al tener que disparar mientras nos movíamos, pero ahora tendremos un control mucho más suave comparado con el del stick de Nintendo 64 y podremos apuntar con el stylus en la pantalla táctil o bien moviendo la propia consola gracias al sensor de movimiento incorporado.
Además, se han incluido unas piedras especiales en diferentes lugares de los escenarios, las Piedras Sheikah, que tendrán la cualidad de teletransportarnos a otro lugar diferente del reino de Hyrule. También podrán darnos visiones del futuro en las que nos veremos a nosotros mismos resolviendo un determinado puzle de una mazmorra o encontrando el camino hacia donde tenemos que dirigirnos a continuación. Esto servirá de guía para aquellos jugadores novatos o menos experimentados a los que les resulte demasiado difícil atravesar una fase del juego concreta. Por supuesto, si lo deseamos, podremos renunciar a esta ayuda y completar el título por nuestra cuenta.
Al terminar la aventura principal, en el cartucho quedará desbloqueado el modo “Master Quest”, una variante del modo principal en la que la dificultad de las mazmorras se ha visto incrementada para constituir un reto aún mayor para el jugador, para aquellos que no pudieron adquirirlo en la edición especial de Gamecube. Además estará el modo “Jefes Finales” en el que nos enfrentamos a todos los enemigos finales de cada mazmorra uno tras otro con un límite de tiempo con el fin de pulir nuestros récords personales lo mejor que podamos a modo de ampliación de la duración del título.
Leyenda
Se acerca el día. El día en el que dejaremos nuestro hogar natal para embarcarnos en un viaje de proporciones épicas. El viaje en el que encontraremos peligros que querrán hacernos retroceder, pero también aliados y amigos que colaborarán codo con codo con nosotros para impulsar nuestra empresa, así como criaturas y personajes fantásticos. El viaje en el que recorreremos parajes maravillosos que jamás hubiésemos imaginado y cuya estampa quedará grabada en nuestra memoria. El viaje en el que nos veremos caminando sin parar mientras el día y la noche giran la bóveda de encima de nuestras cabezas y sus colores. El viaje en el que el agotamiento y la fatiga se convertirán en el ardiente deseo de seguir avanzando.
El viaje en el que seis u ocho notas serán capaces de cambiar el clima, acelerar el amanecer y el anochecer o abrirnos una nueva vía. El viaje en el que una música penetrante conseguirá erizarnos la espalda o hacer aflorar nuestras más profundas emociones. El viaje en el que encontraremos momentos épicos que cambiarán nuestra manera de razonar y ver el mundo. El viaje en el que todos nos haremos un poco más maduros al comprobar la responsabilidad que nuestros actos escritos por el destino nos guardan. El viaje en el que comprenderemos el significado del “Poder”, la “Sabiduría” y el “Valor”. El viaje en el que nos convertiremos en Héroes del Tiempo. El viaje en el que el mágico sonido de una Ocarina tocará las notas inscritas en el corazón de miles de jugadores como tú.FUENTE:ESCUADRON PIKMIN
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